Se hace necesario:
- Reconocer las tensiones de cada una de las organizaciones en el tiempo y el espacio en que se desarrollan.
- Visualizar aquellos elementos que pueden servir de anclaje para que prosperen las nuevas formas de hacer escuela.
- Intentar caminar hacia el cambio, manteniendo lazos con aquellos elementos que permiten afianzar la identidad.
- Hacer uso de la autonomía, pero sin perder de vista el sistema al que se pertenece.
- Innovar, hacer uso de la creatividad, pero siempre analizando, evaluando y reflexionando sobre las prácticas.
- Registrar, para facilitar la reflexión y la posibilidad de compartir con otros, el producto, pero lo más importante, los procesos, los avances y los retrocesos.
Ser Docente en el siglo XXI, implica un desafío que no se debe afrontar en forma individual, sino que debe hacerse junto a otros, para que tú, él, ella y yo, podamos construir un "nosotros", capaz de formular los problemas con claridad y así encontrar soluciones que den respuestas adecuadas a los niños de hoy, más que a los del mañana.